lunes, 28 de marzo de 2011

APLICABILIDAD DE LA LABORIOSIDAD EN LA FAMILIA Y EN LA EDUCACIÓN


“Vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos, porque no hemos vivido desordenadamente entre vosotros, ni hemos comido de balde el pan de nadie. Más bien, trabajamos arduamente hasta la fatiga, de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos autoridad, sino para daros en nuestras personas un ejemplo a imitar. Aún estando con vosotros os amonestábamos así: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque hemos oído que algunos andan desordenadamente entre vosotros, sin trabajar en nada, sino entrometiéndose en lo ajeno. A los tales les ordenamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo que trabajando sosegadamente coman su propio pan.” (San Pablo, 2 Tesalonicenses 3:7-12 )

No hay comentarios:

Publicar un comentario